Rose, introducida en Máquinas y memorias: el despertar de los recuerdos, es la figura materna de la familia Freeman y un pilar de fortaleza y sabiduría. Con una impresionante formación en química y farmacia, especializada en biotecnología, se convierte en una pieza clave para los planes de expansión y desarrollo en Neolysium, ofreciendo su vasto conocimiento para el bienestar y avance de la colonia.

El amor incondicional de Rose por su hijo John y su esposo William es palpable en cada página. A través de su viaje a Neolysium, el lector es testigo de la devoción y preocupación materna de Rose, mientras navega por las complejidades de adaptarse a un nuevo mundo, asegurándose de que su hijo pueda prosperar en este entorno radicalmente diferente. Su capacidad para equilibrar su carrera profesional con las necesidades de su familia la destaca como un modelo a seguir.

Rose representa la calidez del amor familiar frente a la incertidumbre del futuro. Su presencia en la novela aporta un sentido de normalidad y continuidad en medio del cambio, recordando a los lectores la importancia de los lazos familiares y el cuidado mutuo en tiempos de transformación. Su papel en Neolysium no solo es como científica y educadora, sino también como el corazón de su familia, guiándolos con amor y sabiduría a través de los desafíos que presenta su nueva vida.