Pete, conocido cariñosamente por todos por su nombre informal, es una figura esencial en Máquinas y memorias: el despertar de los recuerdos. Amigo de la universidad de William, el padre de John, juega un papel crucial al ser la razón por la cual la familia Freeman se encuentra en Neolysium. La llegada de Pete y su familia a este nuevo mundo no solo es un paso hacia un futuro prometedor para ellos, sino que también actúa como el catalizador del destino que entrelaza las vidas de John y Elara.

Como físico de partículas, aporta un conocimiento invaluable a la colonia de Neolysium, contribuyendo a su expansión y prosperidad con su experiencia. Su personalidad es tan dinámica como su mente: intenso, hiperactivo y eternamente positivo. Incluso frente a los desafíos más desalentadores, se mantiene optimista, siempre en busca de soluciones y caminos hacia adelante.

Su amor por su familia es inquebrantable. Pete ama profundamente a su mujer, Elene, y a su hija, Elara, y no dudaría en sacrificarlo todo por ellas. Su presencia en la novela es un recordatorio constante del poder del amor, la amistad y la dedicación a la familia y a la ciencia, haciendo de él un personaje memorable y querido.