Escribir una novela es como embarcarse en una travesía larga y fascinante, pero la aventura no termina cuando escribes la última palabra. El verdadero desafío, y también el momento en que la obra empieza a tomar forma definitiva, llega con el proceso de edición. Hoy quiero compartir contigo las diferentes etapas por las que paso en esta parte crucial del viaje, especialmente ahora que estoy inmerso en la edición de mi segunda entrega, Máquinas y memorias: el despertar de los recuerdos.

El primer paso: la revisión interna

Antes de poner mi manuscrito en manos de la editorial, siempre realizo una serie de revisiones por mi cuenta. Es un paso vital para mí, ya que me permite pulir la obra antes de que los ojos expertos la examinen.

1. Revisión propia de coherencia: Este es un ejercicio complicado, ya que después de tanto tiempo trabajando en la historia, se pierde la objetividad. Aun así, intento ponerme en la piel del lector y reviso la trama, buscando fallos de coherencia o huecos argumentales. Es un esfuerzo por asegurarme de que la historia fluya de manera lógica y que los personajes actúen de forma coherente con sus personalidades y circunstancias.
2. Revisión propia ortotipográfica: Esta segunda revisión es más técnica. Aquí, dejo de lado la trama y me concentro en la ortografía, las repeticiones innecesarias y cualquier error tipográfico. Es una tarea que requiere paciencia, pero que es esencial para presentar un manuscrito limpio.
3. Lectura crítica por parte de personas de confianza: Una vez que he hecho mi parte, llega el turno de mi círculo cercano. Selecciono a un grupo reducido de personas, familiares o amigos de confianza y les pido que lean la novela con un ojo crítico. Sus comentarios son invaluables, ya que me ayudan a detectar errores o inconsistencias que se me pudieron haber pasado por alto. Este paso suele durar entre uno y dos meses, dependiendo de la disponibilidad de mis lectores.

La edición profesional: un trabajo en equipo

Superada la revisión interna, es hora de llevar la novela a la editorial, donde comienza el proceso de edición profesional. Para mi primera entrega, Máquinas y memorias: el amanecer de la IA, trabajé con UNO Editorial, y ahora, para esta segunda parte estoy colaborando con Universo de Letras del Grupo Planeta. Cada etapa en esta colaboración es un paso más hacia la versión final de la novela y la experiencia con ambas editoriales ha sido fundamental para dar forma a mis historias.

1. Validación del manuscrito: Lo primero que hace la editorial es validar el manuscrito. Cada editorial tiene sus propias directrices y líneas rojas. Este es un proceso relativamente rápido, que puede durar un par de semanas y es el primer filtro que asegura que la obra esté alineada con los estándares de la editorial.
2. Informe editorial detallado: Luego, la editorial realiza una lectura exhaustiva de la novela y elabora un informe detallado. Este informe es una guía que destaca los puntos fuertes, señala las debilidades y sugiere posibles mejoras. Aquí es donde el trabajo en equipo se vuelve clave, ya que el autor tiene la oportunidad de hacer ajustes antes de continuar con las siguientes fases.
3. Corrección ortotipográfica: En este punto, la novela pasa por una corrección minuciosa de errores ortográficos y tipográficos, similar a la que yo realizo al principio, pero con el ojo experto del corrector profesional.
4. Corrección de estilo: Aquí es donde la magia realmente sucede. La corrección de estilo va más allá de las palabras individuales, se trata de armonizar el tono, mejorar la fluidez y garantizar que la voz narrativa sea consistente. En mi caso, este paso me ayuda a darle un pulido final a la historia, haciendo que cada frase tenga el impacto deseado.

El diseño y los toques finales

Con la novela ya corregida, comienza la etapa de diseño de la portada, la contraportada, las solapas y la maquetación del interior. Este proceso incluye varias revisiones para asegurarnos de que todo esté perfecto antes de pasar a la impresión. Luego viene la revisión digital, donde se da un último vistazo antes de enviar el libro a la imprenta.

Y finalmente, después de meses de trabajo conjunto, llega el momento más esperado: la producción y distribución del libro.

Reflexiones finales

El proceso de edición es largo, no lo voy a negar, pero lejos de ser una carga, lo disfruto mucho. Eso sí, después de tantas revisiones, llego a un punto en el que casi me sé el libro entero de memoria… Pero es parte del proceso, donde cada fase es una oportunidad para afinar y mejorar la novela, para verla evolucionar hasta convertirse en una obra redonda. Aprovecho para dar las gracias a todos los que estáis participando actualmente en este proceso, tanto en el ámbito personal como en el editorial.

Sé que queda mal que lo diga yo, pero Máquinas y memorias: el despertar de los recuerdos está quedando espectacular. Estoy seguro de que va a sorprenderte.